2023x16 Leímos 12 libros clásicos para celebrar un aniversario de la proclamación de la segunda república española (14 de abril de 2023).

Lima, lunes 17 de abril de 2023

0.a

Este 14 de abril celebramos un aniversario de la proclamación de la segunda república española (1931) terminando de leer 12 libros clásicos del idioma castellano:

1) (Sevilla 1253) Sendebar o Libro de los engaños y de los ensañamientos de las mujeres

2) (Burgos 1554) La vida del lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

3) (Amberes 1555) La segunda parte de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades

4) Juan de Luna (París 1620) Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes

5) Luis de Góngora (Córdoba 1612) Fábula de Polifemo y Galatea

6) Luis de Góngora (Córdoba 1613) Soledades

7) Luis de Góngora (Córdoba 1618) Fábula de Píramo y Tisbe

8) Francisco de Quevedo (Zaragoza 1626) Historia de la vida del buscón llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños

9) Luis Vélez de Guevara (Madrid 1641) El diablo cojuelo. Verdades soñadas y novelas de la otra vida

10) Dámaso Alonso (Barcelona 1969) Cancionero y romancero español [Recopilación de autores de los siglos XV al XVII]

11) Concolorcorvo (Alonso Carrió de la Vandera) (Lima 1775) El lazarillo de ciegos caminantes desde Buenos Aires hasta Lima (t 1) 

12) Concolorcorvo (Alonso Carrió de la Vandera) (Lima 1775) El lazarillo de ciegos caminantes desde Buenos Aires hasta Lima (t 2)

También leí 05 comics.

Imagen de la carátula:

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d9/77_aniversario_2_rep%C3%BAblica_eibar4.JPG

0.b

1) Mi ranking de preferencias de esta lista es: a) Sendebar (1), b) Fábula de Píramo y Tisbe (7), c) El diablo cojuelo (9), d) La vida del lazarillo de Tormes (2), e) Cancionero y romancero español (10), f) El lazarillo de ciegos caminantes (11-12), g) Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes (4), h) Historia de la vida del buscón llamado don Pablos (8), i) La segunda parte de Lazarillo de Tormes (3), j) Fábula de Polifemo y Galatea (5), k) Soledades (6)

2) Consulten la entrada de mi blog

2022x43 Festejamos el día de las bibliotecas leyendo 10 clásicos (Mío Cid, Milagros de Nuestra Señora, Libro de buen amor, Conde Lucanor, Coplas a la muerte de don Rodrigo, Tirante el Blanco, la Celestina, el Quijote y el Quijote de Avellaneda).

en este enlace:

https://apuntes-de-miguel-humberto.blogspot.com/2022/10/2022x43-festejamos-el-dia-de-las.html

1.

Sendebar o el Libro de los engaños y de los ensañamientos de las mujeres (1253) es una colección de historias ejemplares o moralizantes de tradición persa. Un príncipe rechaza a su madrastra, la esposa del rey, entonces la mujer lo acusa de agresión sexual. En el juicio se narran relatos a favor y en contra de las mujeres.

Se considera que también es un manual de iniciación de algunas religiones asiáticas que recuerdan el ser conscientes de las apariencias del mundo (la ilusión de Maya, porque las dicotomías son falsas ya que la realidad es la unidad de uno y el universo).

2.a

En La vida del lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1554), Lázaro narra sus aventuras infantiles y juveniles como empleado de diferentes patrones (un mendicante ciego, un clérigo avaro, un hidalgo arruinado, un fraile mercedario, un vendedor de bulas, un capellán, un artesano, y un alguacil). Lázaro nace en Salamanca a orillas del Tormes, un afluente del río Duero. Al morir su padre, la madre lo pone al servicio de un ciego (el término lazarillo proviene de esta novela), y así inicia la historia de sus andanzas. De manera realista y crítica, el protagonista narra la doble moral de la sociedad estratificada española del siglo XVI, en la que el pícaro no tiene posibilidad de ascender socialmente. Lázaro termina casándose con la amante del arcipreste de la iglesia toledana de San Salvador para callar los rumores de la ciudad. Para investigar este caso, un notario eclesiástico visita la parroquia, y Lázaro escribe esta redacción autobiográfica.

2.b

Leí 04 comics sobre el lazarillo de Tormes:

a) (New York (1957)) El lazarillo de Tormes

b) Almendaro & Peñalosa (México 1958) Tesoro de cuentos clásicos 14 El lazarillo de Tormes

c) Díaz & Segrelles (Barcelona 1970) Historias 36 El lazarillo de Tormes

d) Chiqui & Soria (Madrid 1978) El lazarillo de Tormes

3.

La segunda parte de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (1555) se reimprimió un par de veces, por lo que no tuvo una gran acogida. Lázaro le pide a Dios que lo salve al caer al mar, y lo convierte en pez, iniciándose una serie de aventuras en el reino de los atunes. En el décimo octavo y último capítulo, Lázaro disputa con el rector de la universidad de Salamanca.


4.

La Segunda parte de la vida de Lazarillo de Tormes (1620), del hugonote toledano y profesor de castellano en París y Londres Juan de Luna (1575-1645), se entiende mejor (por lo menos al principio) después de leer la segunda parte de 1555. Luna hace imprimir la primera parte junto con su segunda parte, que escribe porque la de 1955 le parece demasiado fantástica. Una lectura amena con más aventuras de Lázaro.



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5.a

La Fábula de Polifemo y Galatea (1612), del poeta cordobés Luis de Góngora (1561-1627),  es un poema de 63 estrofas (de 08 versos endecasílabos ABABABCC) en el que se incorporan técnicas poéticas altamente innovadoras, deviniendo en uno de los textos cumbres de la poesía barroca española y creando el estilo culteranista. El lenguaje se torna afectado, impreciso, obscuro, lúdico, críptico, hermético, complejo, erudito, elitista, para que predomine la creación artística. Y la lectura se torna un juego de rompecabezas para lectores educados. 

Para la RAE, el culteranismo es un "Estilo literario del Barroco español caracterizado por la abundancia de cultismos y neologismos, así como por un lenguaje metafórico y una sintaxis compleja"; y un cultismo es una "Palabra culta, generalmente de origen grecolatino, usada en la lengua intelectual, literaria y científica".

Luis de Góngora y Argote estudió en la Universidad de Salamanca y fue canónigo de la catedral de Córdoba. Las críticas a su estilo culterano lo hicieron más famoso, hasta el punto de que Felipe III le nombró capellán real en 1617. Para desempeñar tal cargo, se trasladó a Madrid y vivió en la corte, arruinándose para conseguir cargos y prebendas a casi todos sus familiares.

Recomendamos la página del profesor Carlos Ivorra que seguimos:

https://www.uv.es/ivorra/Gongora/Gongora.htm#polifemo

Me sorprendió saber que algunos términos cultistas no lo eran en la época, y otros (por ejemplo, turba, nocturno, etc.) sí eran cultistas.

5.b

La estructura de poema es el siguiente:

Estrofas 01-03: Dedicatoria al Conde de Niebla de este poema pastoril inspirado por la musa Talía. El poeta exhorta a que interrumpa la caza (peinando el viento con sus aves de cetrería) y escuche sus versos.

Estrofas 04-12: Descripción del cíclope Polifemo. Vive en las ásperas cumbres en una cueva obscura y deprimente; es barbudo y toca una flauta de Pan. Su ganado cabrío es tanto que esconde las cumbres de los montes, y es encerrado en la cueva. Lleva un árbol de pino de bastón. El reino de Trinacria en Sicilia no hay fieras que le puedan enfrentar. Lleva un zurrón lleno de frutas. Toca una flauta de Pan que hace huir a los barcos y confundir a la selva, y compite con el bramido del mar.

En un ejercicio en internet sobre la estrofa 04, se señala que en la isla de Sicilia está el volcán Etna, donde el llano de cenizas es señal del volcán (considerado la fragua de Vulcano) y del duro oficio del dios herrero. La isla es una piedra que lanzó Júpiter al monstruo Tifeo que tenía con los titanes el sacrílego deseo de reinar en el Olimpo. El mar hace brillar como la plata al peñón Lilibeo con su espuma (como un calzado lustrado).

Estrofas 13-14: Descripción de la dulce y bella nereida Galatea, blanca como la leche y la nieve, la perla y el lirio; y de carácter fuerte como el cristal.

Estrofas 15-17: Pretendientes de la desdeñosa Galatea: El refinado tritón Glauco le propone a Galatea pasear por el mar (campo de plata). El dios marino Palemo es feo y persigue por el agua a Galatea quien corre por la orilla.

Estrofas 18-22: Descripción de la isla de Sicilia. Labradores, ganaderos y hortelanos le dejan ofrendas en cestos de mimbre a Galatea. Los jóvenes descuidan por ella sus trabajos agrícolas y de pastoreo (que aprovecha el lobo).

Estrofas 23-26: Acis encuentra a Galatea: La nereida Galatea despista a Glauco y se duerme bajo la sombra de un laurel. El calor es asfixiante y acercándose a un arroyo, el pastor Acis, hijo de Pan y la náyade Simetis, contempla a Galatea dormida. La belleza de ella lo atrae como un imán. Acis le deja almendras, mantequilla y miel.

Estrofas 27-38: Galatea busca a Acis: Acis se moja la cabeza y la brisa despierta a Galatea. Ella se queda helada, el temor le impide moverse, como grillos de nieve a la precisa fuga y plumas de hielo al presto vuelo. Cupido ofrenda a su madre Venus el desdén de Galatea. Cupido dispara una de sus potentes flechas (de oro) al pecho de Galatea (que se convierte en aljaba de arpones más que carcaj de dardos). Busca al joven y lo encuentra en el campo haciéndose el dormido. En reciprocidad, ella tampoco lo quiere despertar, incluso quisiera enmudecer el estruendo dulce del lento arroyo. Acis tiene enmarañado el cabello rubio y una barba corta. El amor es una serpiente venenosa, y las serpientes no se encentran en los jardines, sino en los prados. Acis mira atento a través de sus entrecerrados párpados y advierte que está a punto de sucumbir ante él como cayó Troya (después que robaran la estatua de Palas, el Paladión). Acis se estira lentamente y hace que se desespereza; y se inclina a sus pies; y Galatea no sabe qué hacer.

Estrofas 39-42: Consumación del amor de Acis y Galatea. Una peña cóncava alfombrada de flores, y hiedras trenzadas como celosías será su nido de amor. Galatea desvía la audacia de Acis para que no se pasen de un límite. Acis le roba un beso a Galatea y vence toda resistencia; llueven flores del amor sobre el tálamo de los enamorados.

Estrofas 43-59: Discurso y lamento de Polifemo. Polifemo en una saliente ve al Sol ocultándose en el mar. Galatea escucha la música de la zampoña de Polifemo muerta de amor y de temor (a sus celos). Polifemo compara la blancura de Galatea con las plumas del cisne y su elegancia con el pavo real. En los ojos de Galatea están las dos estrellas más bellas. Pensando que está en el mar, le pide que salga del agua y pise la arena. Se imagina que está cantando con almejas por castañuelas, y le pide que escuche sus palabras por ser dulces. Se considera inmensamente rico en ganados que llegan a ocultar los valles y cerros; pero al mismo tiempo es inmensamente desdichado. Ríos de leche producen sus rebaños, pero ríos de lágrimas corren por su rostro. Polifemo tiene panales, ruecas de oro que hilan rayos de Sol. Polifemo le pide la mano a Galatea; señala que es hijo de Neptuno (el Júpiter de las ondas) quien espera que sea su nuera. Es alto y corpulento como una montaña, que alcanza los frutos de las palmeras y da sombra a sus cabras; y puede escribir con el dedo sus desdichas en los cielos. Polifemo se considera bueno pues antes mataba a los viajeros extraviados que llegaban a sus dominios (y colgaba sus cabezas como en otras casas los cazadores cuelgan las de venados y jabalíes), y ahora (por amor a Galatea) da albergue al peregrino que perdió el camino. El fuerte oleaje del mar (como una sañuda frente) es amansado por la música de Polifemo (como las correas a los bueyes del arado). Entre burbujas ve el naufragio de un barco de Liguria; el marino genovés considera a la cueva de Polifemo una segunda tabla de salvación, es convidado con fruta y paga al cíclope con un arco y una aljaba de colmillos de elefante. Si Galatea recibe estos regalos se parecerá a Venus por su belleza y a Cupido por los objetos. El cíclope interrumpe su canto que expresa su dolor interno al ver a unas cabras que pisotean sus vides, les grita y les dispara unas piedras con su honda haciendo correr a los amantes ocultos por un muro de hiedras.

Estrofas 60-61: Polifemo descubre a los amantes. La pareja descubierta corre hacia la playa y Polifemo grita como un celoso trueno.

Estrofas 62-63: El celoso Polifemo arroja una roca a Acis y lo mata; Galatea pide ayuda a los dioses del mar y Acis es convertido en río.

https://educacionlibreencasa.files.wordpress.com/2019/11/polyphemus.gif?w=325&zoom=2

6.a

En el texto inconcluso, culto e intrincado del poema (en versos endecasílabos y heptasílabos) Soledades (1613), que Góngora divulgó entre sus seguidores pues no fue publicado sino póstumamente; se menosprecia la ciudad y la corte (los descubrimientos y las conquistas, la crisis económica, política y moral de España), y se exalta la vida sencilla y armoniosa del campo.

Recomendamos la página del profesor Carlos Ivorra que seguimos:

https://www.uv.es/ivorra/Gongora/Gongora.htm

Incluso comenta los pasajes de la versión original que se le aconsejó tachar a Góngora.

https://m.media-amazon.com/images/I/71qKzgiFE2L.jpg

6.b

La estructura de la primera Soledad es la siguiente:

DEDICATORIA AL DUQUE DE BÉJAR

Líneas 01-37: Estos versos inspirados son pasos perdidos de un peregrino errante. El duque bate con flechas el monte y sus cimas heladas; la sangre de las fieras tiñe el río Tormes. Entrégate al reposo (y escucha mis versos) y lo agradecerá la musa del canto lírico, Euterpe.

SOLEDAD PRIMERA

Líneas 01-21: Era primavera y el Sol estaba en la constelación de Tauro, el falso ladrón de Europa, que pacía estrellas en el cielo. Un náufrago, viajero insensato, se queja de sus desdichas y de la ausencia de su amor. Se aferra a una tabla pequeña habiendo confiado su vida a un barco y su camino al mar, desierto de olas.

Líneas 22-105: El Océano lo vomita en la playa, y el Sol seca sus vestidos. Al obscurecer confunde los montes con el mar y viceversa; y escala un alto risco. Una mal distinguida lumbre vacilante anuncia el puerto. Invoca a esta luz para que le de suerte, así como los marinos consideran un buen augurio los fuegos de san Telmo (o de Cástor, hijo de Leda). Esta luz es como el carbunclo, un lobo que lleva una joya brillante en la frente que ilumina la noche. El joven apresura el paso hacia esa luz (bajando la áspera montaña con la facilidad con que se camina en el llano), vigilado por los perros, y mira su brújula; y se encuentra con unos pastores de cabras. ¡Oh bienaventurado albergue, a cualquier hora!

Líneas 106-181: Comparación de la vida campesina con la corte. Aquí no mora la ambición, la sed de poder, la envidia, la vanidad de Narciso escuchando alabanzas, y no se consume la pólvora del tiempo en salvas. La sinceridad de los villanos evita las ceremonias (a diferencia de la corte). Se ignora la adulación, la soberbia del pavo real, las mentiras. Los favores de los poderosos a los cortesanos hace que éstos caigan como Ícaro al mar. Los pastores hospedan al náufrago con el corazón de los seres candorosos. Le sirven en una mesa (cuadrado pino) cubierto por un mantel (limpio sayal), leche más blanca que los lirios y cecina de cabra. Luego descansa entre pieles mejor que entre sábanas de Holanda. Los sueños de ambición apesadumbran como el castigo de Sísifo. El sueño es interrumpido por un perro que ladra al oír unas hojas secas como los tambores despiertan a los militares. Las aves que baten sus alas, esquilas (campanillas) dulces de sonora pluma, avisan al Sol (que duerme bajo el mar).

Líneas 182-258: Descripción del paisaje. Se queda mudo ante el río y las orillas orladas de frutales y florales. El río tuerce (como paréntesis) y se desvía abandonando su cauce, pero vuelve a éste como juego lascivo de amantes, como un tribunal que revoca sus autos anteriores, engarzando localidades. Un pastor que fue soldado (y vestía de acero) se lamenta del estado de unas ruinas cuyas almenas se esconden tras los árboles; éstas eran tan altas que sus luces parecían estrellas. Con el paso del tiempo, las ruinas están cubiertas de hiedra. La conversación se interrumpe por unas personas que persiguen a un lobo con armas y perros. Al bajar por un arroyo, el pastor escucha a una serrana tocar un instrumento y se detiene; al lado de ésta otra montaraz zagala se lava la cara. La muchacha lleva una corona de flores y parece la Aurora con rayos o el Sol con flores. Improvisan unas castañuelas con unas pizarras y bailan.

Líneas 259-359: Se diría que la montaña está inundada de montañesas, es que van a una boda. Oculto tras una encina, lo que veía era hermoso y lo que escuchaba era armónico. Busca a alguien que esté a cargo, varón (Sileno de Baco) o mujer (abeja reina), de este escuadrón de Amazonas desarmado que tremola en sus riberas pacíficas banderas. No hay nadie a cargo, las jóvenes llevan a una vaca y su ternera con adornos de flores. ¡Así son las damas de la sierra! Los montañeses llevan a la boda, como presentes, un gallo y un harem de gallinas, cabritos, conejos (que taladran la sierra con sus madrigueras), pavos (aves peregrinas del último occidente, es decir, de América), perdices (de patas rojas, cargadas en varas), miel (oro líquido), etc. Llevan también un gamo al que recién le están saliendo los cuernos, se entiende que mal llevar se deja porque en una boda lo último que se quiere es ver cuernos. Los montañeses descansan y se refrescan en el arroyo, cuyo rumor se compara a una guitarra. Ellos se reclinan en el regazo de sus amadas cuando sale el náufrago de su escondite, saluda cortésmente y solicita permiso para sentarse a la sombra de unas peñas.

Líneas 360-506: Un anciano (un mercader que ha perdido a su hijo) reconoce que el peregrino es un marino y va a pronunciar un discurso señalando que los beneficios de la navegación no compensan las vidas y desastres que ésta ha costado. ¿Qué clase de fiera tigresa amamantó al labrador que primero surcó el campo del mar undoso (que hace olas) en mal nacido pino? Las velas de lino se encaran al viento como el heliotropo (Clicie) al Sol. Los barcos son monstruos marinos con robustos remos tan destructivos como el caballo de Troya (el leño griego del frigio muro). La brújula se inclina al polo norte como la hiedra abraza a la piedra. Un barco, alado roble, no hay tormentoso cabo que no doble, ni isla hoy a su vuelo fugitiva. Tifis, piloto de Argos, condujo el primer barco; la codicia es el primer piloto de los barcos y no admite otro [la ciencia o el conocimiento, etc.]. Los tres abetos (de la codicia de Colón) le arrebataron el tridente a Neptuno. Los ejércitos españoles siempre victoriosos (las banderas de la codicia siempre gloriosas) rompieron a los caribes indefensos (aladas fieras armadas de plumas), a pesar de sus flechas envenenadas (áspides volantes) que obscurecen el Sol y atosigan el viento; caníbales del Istmo de Panamá, el que no permite juntar el mar del norte (el océano Atlántico) con el mar del sur (el océano Pacífico). Nuevos barcos (segundos leños) dio al sur (segundo polo) un nuevo mar (el océano Pacífico) que rindió perlas y oro que hace que los hombres se maten entre sí (los metales homicidas que Midas no supo lograr bien). No le bastó al océano enviar ballenas y orcas, y cercarse de olas gigantescas (murarse de montañas espumosas); y blanquear las playas (con los esqueletos de los náufragos que hasta dan lástima a los buitres), lo que no frenó la codicia de las campañas temerarias. La codicia circunnavegó el cabo de Buena Esperanza para llegar a Arabia. La nave de Magallanes (glorioso pino, émulo vago del ardiente coche del Sol, con nombre de victoria) en 400 días encontró el estrecho (la bisagra, aunque estrecha, abrazadora de un océano y otro, siempre uno). No te describo la belleza de la inmóvil flota de firmes islas (de los océanos) que parecen ninfas de mármol y marfil bañándose en el estanque de Eurota. Las especias de las Islas Molucas (islas pocas, fragrante productor de aquel aroma) no detienen a la codicia, al contrario, la alientan (clavo no, espuela sí del apetito). En tan inciertos mares el narrador perdió su hacienda y su hijo (la mejor prenda), dolor como el castigo de Prometeo (cuya memoria es buitre de pesares). Los suspiros y las lágrimas del anciano (que eran más que el viento y el mar que hicieron naufragar el barco en el que perdió su fortuna y su hijo) le impiden seguir su discurso.

http://2.bp.blogspot.com/-0knZ1NGquG4/T32pdDM6M8I/AAAAAAAAAWQ/346ugq5n1aI/s640/Cole_Thomas_The_Course_of_Empire_The_Arcadian_or_Pastoral_State_1836.jpg

Líneas 507-704: El joven peregrino (de corta edad) podría consolar al viejo con sus largas historias (de su naufragio y de su amor), pero los montañeses reanudan su camino levantando polvo que esconde al cielo. El anciano señala que por su edad es el más autorizado (me han hecho cabo de este tercio o regimiento) para invitarlo a que sea testigo de la boda; ya que cree no equivocarse por sus vestidos que es un noble (que de tu calidad señas mayores me dan tus paños) o soy tan viejo que empiezo a desvariar (o razón falta donde sobra años). El extranjero agradecido mal pudo rehusar tal compañía en tal regimiento (de montañeses) y tal hospedaje en ocasión tan noble. No es una alameda, pero el camino es fresco por la brisa y las claraboyas de los árboles. Los lugareños (la dulce escuadra montañesa) cantan (tejen coros) y bailan haciendo que la falda deje ver los tobillos que se reflejan en el arroyo. El canto y baile de las serranas, sirenas de los montes, haría bailar (dar pasos) al árbol más antiguo y firme. Las aves (cítaras de pluma) revolotean sobre la iglesia del pueblo (coronaban la bárbara capilla). Se dirigen a un cruce de caminos como los rayos de una estrella; donde la primavera calza las hierbas de abril y viste las flores de mayo, y donde de una roca orlada de narcisos brota agua como centellas de un pedernal. Las serranas sedientes llegan a la fuente como codornices. El anciano se refresca bajo un viejo álamo que el viento agita sus ramas haciendo música, pisa la fresca hierba pero huye de la fuente con los labios y con los pies. Pasan en un vuelo ordenado las grullas como veleros que surcan el mar del aire, formando unas veces una luna creciente o una menguante, y otras veces formando letras (una V, Y, etc.) en el papel diáfano del cielo. (Entre los diez versos 602 al 611, la rima es ABCddCbAEe, como si fuera una V). Se sientan a la sombra en la hierba que no pueden imitar las alfombras turcas de Sidón. Llega para la boda otro grupo de hermosas aldeanas como una segunda primavera, parientas del novio de los pueblos vecinos, prevenidas de presentes; creando un sitio ruidoso y apacible como el teatro; contrastan la nieve cuajada de la piel de las villanas y los vestidos multicolores (nieve de colores mil vestida). Regresan al camino como aves, turba canora, que se cobijan del Sol en un nogal; vuela como una escuadra a paso ligero. Las chimeneas de la aldea son atalayas que anuncian el ocaso. De la torre del templo exhalan al aire fuegos artificiales (luminosas de pólvora saetas) como un volcán sacro de errante fuego. Los fuegos son extraordinarios (solemnes, que sólo se ven en ciertas ocasiones) pero el viejo (gruñón) teme que puedan ocasionar un incendio en la aldea. Desde el álamo, árbol de Alcides, van hacia los árboles cercanos que trenzan sus ramas, iluminados por las luces de los fuegos y los reflejos del arroyo. Por ver la menos bella de las zagalas, el Sol se convertiría en una estrella. La gaita y el salterio incitan al baile y al canto bajo la estrella polar (el Trión más fijo que cruza el hemisferio) iluminados por los reflejos del arroyo como fanales. El sueño da paso (da términos) al regocijo; luego termina el baile por el cansancio (verdugo de las fuerzas y el movimiento). Los fuegos artificiales, que aparentaron el día al competir con el Sol, y desmintieron la noche algunas horas, murieron y las cenizas los sepultan. Al fin vence la noche y triunfa mudo el silencio sobre el ruido. Los chopos, papel de los pastores (quienes graban el nombre de sus amadas en su corteza), amanecen en jardines (agricultura urbana) y selvas artificiales (mentir florestas) al flanquear los caminos (emular viales).

Líneas 705-851: Himeneo (impaciente por la boda) despertó (recordó) al Sol, y el anciano a su huésped cortés; en las calles hay jardines colgantes de rosas, jazmines y violetas. El montañés presenta al forastero al novio y al padre de la tímida y hermosa novia. El joven recuerda a su amada por cuyo rechazo inició el viaje que naufragó, y quien lo condenó al olvido. Su pena es como la de Ícaro que quema sus plumas al acercarse al Sol, o los insectos minadores y aradores que lo corroen. La piel y el color de las mejillas de la novia (azucena y clavel) le recuerdan a su amada; mientras llegan los jóvenes tocando instrumentos musicales y cantando. El novio es joven y rico, la novia es bella como una flor y el Sol. Vienen seis estrofas cantadas por varones y mujeres de manera alternada: 01) El novio es como Cupido pero con ojos y sin alas (y con barba). 02) La virgen lleva una corona de claveles en la cabeza. 03) Que se lancen al aire plumas, rosas silvestres (flechen mosquetas) y azahares; y que se ahuyenten los pájaros de mal agüero, el murciélago (el que más tardo vuela) y el búho (el que infausto gime, pájaro nocturno). 04) Que los pavos reales conduzcan a Juno (diosa del matrimonio y la fertilidad) a la boda para que la apruebe (fíe tus nudos); que los novios lleguen a la senectud y que tengan muchos hijos e hijas (en lunas desiguales, pues había la creencia que las diferentes fases influían en el género de los hijos). 05) Que la pareja (copia) tenga una progenie tan robusta que dome toros, inunde la tierra de un rubio mar de espigas, blanquee el llano con sus ovejas y acabe con el pasto (en breves horas caducar la hierba), exprima aceite (oro le expriman líquido a Minerva), enrame vides en árboles altos como los olmos (los olmos casando con las vides, lo que hace que confundan sus atributos: la clava de Hércules/Alcides y los pámpanos, hojas de la vid, de Baco/Lieo). 06) Que la novia tenga tantas hijas pastoras como tejedoras (tantas dulces prendas le dé a Pales cuantas a Palas); que cubran la floresta con corderos mil (errantes lirios), que tejan telas blancas y no como la arrogante Aracnes que bordó los secuestros y las astucias amorosas de Júpiter. Que las aldeanas no sean seducidas ni por el dinero (ni a la pluvia luciente de oro fino) ni por la galantería (ni al blanco cisne creo). Al concluir el alterno canto, los novios felices se dirigen a su casa desde el vecino templo santo; son novillos que el yugo todavía no tiene domadas las cervices. 

Líneas 852-882: El padre de la novia convida a los labradores al banquete nupcial preparado en secreto (sin rumor). Ofrece pan (Ceres) y fruta (dulces pomos) sobre manteles y servilletas dobladas refinadamente como blancas esculturas. Sirvieron manjares y salsas (apetite), y vino mezclado (confuso Baco) de vino tinto con vino blanco (topacios carmesíes y pálidos rubíes). El último postre (que selló los golosos estómagos) no fue el queso fundido (quiso regalado), también se sirvió nueces (encarcelada nuez esquiva -porque cuesta abrirla-) y conserva de membrillo. La última gota de este bacanal diluvio de comida fue la sabrosa oliva.

Líneas 883-943: Lista de buenos deseos para los recién casados. Después de levantar las mesas, se inicia el baile rítmicamente (numerosamente) con flautas de Pan (al canoro son de la Ninfa Siringe un tiempo, ahora caña), y con seis muchachas del monte y seis del llano, con cintas de nácar en el cabello trenzado (sutil oro bien tejido que negó al viento el nácar). Una de ellas dijo: "Vivid felices por muchos años nunca aburridos (prolijos, molestos), y si prolijos (largos en exceso) como esposos en nudos amorosos (siempre enamorados). Que vuestras vidas, hilos (estambre vital) elaborados por la fatal rueca de la parca Cloto y trasladados al huso de la vida individual (breve) compitan en blancura con la nieve; es decir, que no sean hilos negros que representaban los sucesos desgraciados; incluso que lleguen a ser esplendorosos hilos plateados. Que la fortuna aplauda vuestros trabajos fatigosos y que el campo agradecido sea fecundo en trigo y vid. Que el número de vuestras vacas (tantas que no se les pueda marcar a todas) y cabras sea mayor que los cantuesos y encinas de la montaña; que el número de corderillos exceda el rocío y la hierba; y que la lana que se esquila exceda la blanca espuma del río. Que las abejas que albergan los troncos de corcho sean fábricas de miel (líquido oro). Que vuestra fortuna sea próspera y fruto del trabajo duro, pero que no ascienda rápidamente y se pierda (próspera, al fin, mas no espumosa) y alimente la envidia de la aldea como serpientes del infierno (áspides más que en la región del llanto). Que vuestros descendientes eviten la riqueza y la miseria y que hereden propiedades de un justo término medio; así el vértice de los obeliscos en las prósperas ciudades está expuesto a los rayos de la tormenta, mientras en el campo éstos no caen en las chozas sino en la floresta. Que la hora última de la muerte (postrimera) os halle tranquilos con el cabello canoso (cisnes, pues, una y otra pluma); y la lápida registre experiencias (cuya lámina cifre desengaños) y pocas letras que lean muchos años (como en números romanos las cifras que representan a las centenas C, son más cortas que las que recurren a las decenas X)".

Líneas 944-1064: Después de este himno, termina el baile (y comienzan las competencias deportivas: la lucha, el salto y la carrera). La novia sale delante de ciento de villanas, como un ave Fénix renovada en su nueva vida de casada. Los árboles rodean el ejido (campo común que no se labra) que se convierte en una palestra (lugar donde se lucha) para seis robustos campesinos (aunque no son Alcides, el nombre de nacimiento de Hércules).

El Sol ha avanzado las dos terceras partes de la palestra, cuando un joven reta al círculo de diez labradores a una competencia de salto de longitud. Éstos aceptan como envidiosas aves (los cuervos) a los ojos de Ascáfalo (que fue convertido en búho). Y se ponen a calentar cargando piedras. (Los versos 985 y 986 riman con los versos 999 y 996, un gran salto entre rimas). Un mozo salta 6 metros (tres veces una lanza). Todos se quedaron de piedra mármol, y un grueso vaquero no puede mejorar esta marca. Para este Ícaro montañés, la blanda hierba es duro mar. Le sucede un serrano menos corpulento que salta como un leopardo, un corzo o un carnero muflón que da volteretas sin dejar señales, igualando al vaquero. Otro da pasos en el aire (usando otra técnica). Según sus saltos son premiados "gradualmente". Toda la gente los podría haber llamado cierzos (vientos del norte) del llano o austros (vientos del sur) de la sierra. Son mancebos tan veloces que sus pies vuelan vagos (que no dejan de moverse) y pueden pisar los campos de trigo de Ceres (diosa de la agricultura) sin inclinar las espigas, y surcar las olas de Neptuno de un mar en calma (sin fatiga) sin romper la espuma.

Veinte corredores como saetas se dirigen a dos olmos que es la meta marcada con palios (pañuelos) de verdura. Se considera al pensamiento lo más rápido, pero cojea comparado con el corredor más lento. La carrera de casi un tercio de milla era tan larga que los árboles de Hércules de la meta parecen pequeños (breves). Tres zagales acortan (sincopan) esta distancia que llegan a la meta tan iguales que los jueces deben decidir el ganador. Los corredores se abrazan a los olmos de la meta, al igual como Apolo abrazó a Dafne (convertida en laurel), hija de Peneo (la peneida). Un caso difícil de decidir que Alcides (Hércules) no lo habría hecho mejor como árbitro, así las hojas (de los olmos, árbol de Alcides) fueran sus ojos. El palio pende neutro (sin ser asignado a ninguno de los corredores). Himeneo adelanta (anticipa) la salida de la estrella Venus (anochece) para el encuentro de los esposos.  El padrino quiso resolver la carrera dando un cuchillo a cada concursante.

Líneas 1065-1091: Los desposados vuelven a su casa con la aprobación de Juno y Amor. Los campesinos los siguen al son de la zampoña. La casa luce coronada por las estrellas y los fuegos artificiales (astros fugitivos). Despedidos todos, llega Venus en su carro tirado por cisnes. Los novios entran en una suave estacada (lugar para un desafío, campo de batalla) que bien hizo Venus (la hija de la espuma) en prevenir un campo de plumas para las batallas de amor.

Jakob von Ruysdael 1660 Veleros junto a una aldea
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6.c

SOLEDAD SEGUNDA

Aquí seguimos los comentarios de Díaz de Rivas en

https://obvil.sorbonne-universite.fr/corpus/gongora/1617_soledad-segunda-diaz

Líneas 1-53: Un arroyo entra al mar y bebe de sus aguas (bebe mucha sal). La ría, como el centauro, es medio mar, medio río. El Océano dos veces al día huella el campo (con las mareas) pretendiendo escalar el monte en vano. El río (tradicionalmente representado como un toro o cuernos) es un becerro (eral) que retrocede ante el duro toro del mar. El peregrino y otros invitados a la boda recorren la orilla del mar después de la fiesta y se encuentran con dos pescadores en sus barcas con sus redes (y sus plomos graves y sus corchos leves). Sólo le hacen señas (para no interrumpir la música) para que fondeen en una ensenada (ancón).

Líneas 54-189: Los campesinos ocupan la proa del barco mayor y el forastero sube al barco pequeño con los músicos. La primera embarcación vuela, la segunda con perezoso movimiento cruza la espuma del mar y tiene la proa como una Coya peruana con un collar de perlas. Se recogen ostras (ostiones), lenguados, salmones (pompa de las reales mesas), róbalos, etc. El congrio quiso burlar las redes pero quedó tejido en ellas. El albergue de los pescadores tiene tejado de carrizos, cañas delgadas y espadañas. La barca se compara con un instrumento musical (cítara, laúd) y el peregrino entona una canción: "La voz (aire articulado) de mis quejas es dolientes lágrimas y mis lágrimas son voces de sangre. Confío mis quejas al mar calmo, antes las confié (a un mar furioso) y terminé náufrago (en una tabla). Cuando termine mi vida (fin duro a mi destierro), el Océano profundo será mi urna, los montes del mundo serán los obeliscos (recordatorios). Que el mar tranquilo (con olas mudas) cubra (calle) mis huesos, selle mis cenizas y "que la tierra sea leve" (epitafio típico)".

Líneas 190-514: Una isla en forma de tortuga yace sobre el mar con chozas y huertas (Pomona, diosa de las frutas y las huertas). Hay dos chozas cuya construcción (artificio) es más pobre que los materiales. Los recibe el padre de dos mancebos, anciano como Nereo, y como él padre de bellas hijas (del cielo espumas y del mar estrellas). El anciano llama a tres de sus seis hijas, y la luminosidad de sus rostros le dan colores a las rosas y a los lirios del huerto. Se ordena manjares que confunda los términos (que no corresponden ni a la comida ni a la cena) y pescados no comprados (una ventaja de la vida rústica). El anciano entretiene (impidiéndole el día) al extranjero. Se crían cisnes más blancos que las ninfas Espío y Nerea, la hembra lleva a los polluelos a nadar al mar. Los conejos pisan las flores. En un fresno, una república de abejas, un valle de amazonas, el ejército más casto. Y alrededor otros enjambres (moradas pobres). En un cerro hay algunas cabras salvajes (redil las ondas y pastor el viento / libres discurren) con su nocivo diente (para los árboles). Una fuente serpentea y suena como una tiorba (similar al laúd). Las seis hermanas hilan lana blanca (nieve hilada) para hacer una tela. Se sirve la comida. Las aves de las hiedras cantan en diferentes idiomas. El huésped dijo acerca de su anfitrión: "¡Oh canas peinadas con verdaderos desengaños!". La isla es una esmeralda bruta engastada en el mar de mármol. El feliz pescador no ha salido de su terruño (todos los lugares quedan como la remota Cambaya). El anciano manda a pescar a sus dos hijos, con las redes criban pescados que no tienen nombre (un vulgo nadante, digno apenas de escama, cuanto más de nombre). Su hija hila y teje como las parcas Láquesis y Cloto. Matan a una ballena (peña escamada, en ríos de agua y sangre desatada). Su hija Éfire con trenzas de oro lanza y desangra una foca. El anciano teme por la vida de su hija, menos del tiburón y del narval (al otro cuyo nombre espada es tantas veces esgrimida), y más de los sátiros marinos de cola de delfín. La hija lanza un esturión (sollo) con láminas de viscoso acero.

Líneas 515-611: Dos pescadores enamorados, iguales en edad y en hacienda (en redes), dan quejas al viento de manera alterna (en una competencia de canto). El Amor sigue a los pescadores utilizando sus flechas como remos. Lícidas se queja de la culta y bella Leucipe; Micón se queja de Cloris, hijas del viejo pescador. Lícidas, Micón y Cloris son personajes del autor de la primera égloga piscatoria, Jacopo Sannazaro, un poeta napolitano del siglo XV. Leucipe es un personaje de las Egloghe Pescatorie (1560) de Bernardino Rota. Una égloga es un poema bucólico en el que se idealiza la naturaleza. Lícidas señala que su amor le ha penetrado (vinculan) los huesos. Micón señala que era muy joven, apenas sabía distinguir el menor barco de la mayor embarcación (urca) que surca los dos océanos (un Neptuno y otro); y ya imprimían las arenas sus cadenas. Lícidas contempla su figura (forma) en la laguna consultada (como se consulta al espejo); dio redes al mar más que Ganímedes, cazador que arrebató el águila a Júpiter. Micón dice que se mira en un cristal y que los envidiosos califican su figura (afirma que el reflejo del agua es incapaz de hacerle justicia a su belleza); es como Adonis (el que a un dios -Marte- hizo valiente convertido en jabalí -de espumar diente-). Lícidas señala que los pescadores escriben sus afectos en las piedras (mientras los pastores marcan los árboles). Lícidas destaca que su cabaña está adornada con conchas, y Micón afirma que la suya es más bella porque está adornada con corales. Lícidas desea que Himeneo venga velozmente (calzando las alas talares de Mercurio) porque el tiempo vuela: Goza, pues, ahora los lirios de tu aurora; que cuando el Sol traspasa los montes, ni la abeja negligente solicita polen de la flor marchita. Micón apunta: "Mira que la edad miente, mira que del almendro más lozano / Parca es interior breve gusano".

Líneas 612-676: Se hace referencia a las estrellas etíopes (un rey, su esposa y su hija convertidos en astros), el carro perezoso (porque en un día hace sólo una breve vuelta alrededor del polo ártico) de las dos Osas. El forastero después de escuchar el amebeo -canto alternativo- (¡Oh cuánta al peregrino el amebeo / alterno canto dulce fue lisonja!) intercede para que el anciano admita a los dos pescadores como yernos a quienes abraza como propios hijos. Se destaca el hecho de que el peregrino, siendo hermoso y noble, haya fracasado en el amor, mientras que estos dos humildes pescadores hayan triunfado.

Líneas 677-734: El peregrino vuelve a subir al barco con los dos hijos del viejo pescador. Tras dejar atrás la isla, encuentran una casa de campo (antiguo descubrieron, blanco muro,/ por sus piedras no menos/ que por su edad majestuosa cano) y escuchan que se acerca una tropa de numerosos cazadores (cuyo número indigna a la ribera -de que la pisen tanto-) tocando una trompa sonante. Los caballos overos y bayos son hijos del viento Céfiro (que se dice fecundaba a las yeguas cuando éstas los respiraban).

Líneas 735-808: Describe la actividad de cetrería de estos cazadores y las aves de presa: el neblí de garras de rayo que esconde el Olimpo; el sacre que viste sus alas del Noto, dios del viento del sur; el gerifalte de pies de acero corvo; el baharí que vuela los Pirineos o el Gibraltar (la alta basa que el Océano muerde) de la egipcia columna (levantadas por Hércules el egipcio); el halcón borní, delicia volante de cuantos se ciñen turbante de Libia; el azor britano que hace junco duro al débil brazo del mancebo serrano, terror de la perdiz (el sobrino ingenioso que Dédalo envidiaba); el búho, globo grave de perezosas plumas que mira por dos bellos topacios (castigado por la madre de Perséfone, robada por Hades), el melión y el halieto. Se señala que la industria de la cetrería no la usaron ni los incas ni los mexicanos.

Líneas 809-842: Se describe a un príncipe, no robusto en persona augusto, con real grandeza templada (abreviada) con modestia civil. Bebe las ligeras aguas del Guadalquivir (Betis), rey de los ríos (majestad en sus ondas) junto con su caballo de freno de oro; arrogante por su brillo (su piel azul por las que daba estrellas al día) y por el soberano que siente que lo maneja. El río es una culebra que se desliza tortuosa y que desemboca en el mar en muchos arroyuelos (más sabandijas de cristal que a Egipto). Una pequeña laguna está oculta por unas siringas (ninfa convertida por Pan en cañas humildes). La turba todavía no inquieta las orillas (adornos -orlas-) del apacible lago.

Líneas 843-945: Un gerifalte subió al cielo sobre una nube de aves (cenit ya de la turba fugitiva). Luego un sacre taladra el aire y engaña (griego al fin) a las que huyen aparentando perdonarlas. Entre ambas aves de rapiña (entre los trópicos grifaños) una cuerva parece una pelota entre dos raquetas (breve esfera de viento, negra cincunvestida piel / alterno impulso de valientes palas, la avecilla parece). Al sacre lo espera el catarribera (siervo a caballo que coge a los halcones cuando bajan con la presa). Un búho despliega sus alas.

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7.a

La Fábula de Píramo y Tisbe (1818) de Luis de Góngora es un poema burlesco de 508 versos con rima en u-o (una de las más difíciles). Góngora se burla de la mitología (trata con inusual familiaridad y tacha de insensatos a los dos protagonistas), de Ovidio, de sus críticos, e incluso de su propio estilo. Parece un poema sencillo para el vulgo, pero sigue siendo un texto para lectores cultos.

Recomendamos la página del profesor Carlos Ivorra que seguimos:

https://www.uv.es/ivorra/Gongora/Gongora.htm

Donde además se incluye una versión previa incompleta de 1604 de 48 versos.

Píramo y Tisbe es el antecedente de Romeo y Julieta, un episodio narrado en las Metamorfosis de Ovidio. Píramo es un joven babilonio enamorado de su vecina Tisbe. Los padres vetaron este amor y les prohibieron verse, pero los jóvenes encontraron una grieta en la pared que separaba sus casas, a través de la cual hablaban a escondidas, hasta el día que decidieron reunirse en un lugar fuera de la ciudad, junto a un moral, por la noche. Tisbe llegó la primera, pero la segunda en llegar fue una leona. La muchacha se esconde en unas cavernas, pero pierde sus velos en su huida, y la leona los destroza y los mancha con la sangre de una presa reciente. Es entonces cuando llega Píramo y, al ver estos restos, cree que Tisbe ha sido devorada, y se clava su propia espada. Poco después llega Tisbe, a tiempo para que Píramo muera en sus brazos, tras lo cual se suicida con la misma espada. Las moras son rojas debido a la sangre de los amantes.

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7.b

Líneas 1-28: En esta introducción, Góngora señala que quiere el aplauso popular, por lo que su fábula no será para cultistas. El autor se dirige a la musa de la poesía amorosa, Erato, cuyo atributo es la cítara (Citarista), hermana (no hija) de Apolo (el archipoeta -un neologismo, primero entre los poetas, como archiduque o arcipreste- rubio), dios de las artes. Babilonia (la confusión cultista) será digno sujeto de las orejas del vulgo si la citarista solicita que pulse su guitarra (como metonimia de su inspiración, para comprobar si todavía es buen poeta). Babilonia es famosa por sus dos amantes desdichados y por sus muros inexpugnables, fuesen de ladrillo (de tierra cocidos, como Ovidio señala citando a Semíramis) o de adobe (de tierra crudos). 

La segunda frase es más compleja. Píramo y Tisbe fueron los que Ovidio (el licenciado Nasón) en verso culto hizo dejar lastimosamente (por la tragedia) obscuro (por la sangre que tiñó las moras, pero también por la expresión culta de Ovidio) el dulce candor (porque las moras eran blancas antes de la leyenda) al moral (que fue túmulo de seda, porque los gusanos de seda se alimentan de moras). El moral hospedó y también fue túmulo para los dos ligeros de cascos; por lo que fue condenado judicialmente al instante no en sus raíces (el Tigris no se las arrancó) pero sí en sus frutos. Los bienes raíces son los que generan rentas (los frutos).

Líneas 29-124: Los vecinos estaban separados por una pared gruesa, pero esto no evitó que se escucharan los gorjeos de los niños ni los arrullos de las amas. A las paredes tan bien les supo estos ruidos, que años después se hizo rajas (se desvivió, y también se hizo una grieta). Mientras tanto, el autor, un mal poeta (ganso que grazna, versus el buen poeta, el cisne que canta bellamente antes de morir) trazará los dibujos (esbozos, mal formados rasguños) de los dos amantes.

Tisbe tiene una frente de marfil, el cabello rubio y ondulado. Los arcos de sus cejas son como el yugo que ha subyugado la libertad y ha hecho llorar (no serenó diluvios como lo hizo el arco iris) a muchos pretendientes. La tez blanca (de cristal lascivo - alegre-) de su rostro (vulto) era como un florero de los claveles rojos de las mejillas y blancos jazmines. La nariz era como una almendra. Sus labios son un rubí, sus dientes son doce aljófares menudos y sus muelas son veinte perlas netas. Su cuello, la cerbatana del gusto, es un proporcionado cañuto de plata bruñida. Su etcétera es de mármol, cuyos relieves ocultos habrían hecho que Paris (como juez, vistiendo la toga de Licurgo, legislador de Esparta) entre Venus, Palas y Juno se decidiera por ella. El Amor la estimó como a la niña de los ojos que no tuvo (porque el amor es ciego). Tisbe era una deidad para los varones y fue envidiada por las mujeres. ¿Qué tiene de extraño que los hombres la adoraran, y las mujeres, al imitarla le rindieran culto? Tantas veces hizo regresar a sus posadas a los galanes, que la madre a su joya la ocultó en su casa, donde no llegaba ni las motas de polvo. 

Píramo es un joven robusto que podía ser la encarnación del Amor, no como Narciso (orgullo de las flores, que construyó un sepulcro vocal a su boboncilla (simplona) Eco) sino como Adonis; y trae las orejas en las jaulas de dos patillas. Góngora usa cuatro tipos de sedas para describir el copete (de pelusa, es decir, flequillo), la frente (tafetán), las mejillas (raso, sin barba) y el bozo (terciopelo) de Píramo. Sus cejas de pícaro (rufo), son como dos espadas negras (de esgrima sin filo ni punta) dobladas (por usarlas como dos estocadas de puño, muy cerca del rival).

Líneas 125-168: Píramo era el vecino, el amante y el chulo (cuyo; es decir, la familia de Tisbe tenía más dinero que la de Píramo). Tisbe gemía como una tórtola separada de su amado (a lo viudo) probablemente por ser éste más pobre. De las penas de amor, el mayor grado de encarecimiento, es saber que están cerca y están separados; como la condena de Tántalo de pasar hambre y sed teniendo cerca agua y frutas. Dada la prohibición (entredicho), Píramo lloraba por los apartamientos conjuntos; entonces una esclava negra (émula del humo) intercedió como una carabela de los corsos (piratas), quien va a sacarle dinero repetidamente a los amantes. A pesar de lo quemada (adusto) de la tapetada (obscura) criada (familiar, que también significa demonio); la esclava fue una aurora (alba) que le traía noticias de Tisbe (como el alba anuncia al Sol). Al ser como la aurora, se adornaba con las flores blancas del ligustro. Pide perdón a los críticos, pues está haciendo alusión a las Bucólicas de Virgilio, allí un pastor afirma que no hay que confiarse de las apariencias, pues las flores blancas del ligustro caen; y sus frutos, pasas negras y feas se recogen. La mujer lo abrazó sujetándolo con los sobacos, no de clavos de olor de las islas Malucas (otros clavos o engaños); siendo un aforismo que un olor de costado puede matar (como un dolor de costado) a un difunto, sea de blanco (rucio) o de negro (morcillo). También se puede interpretar que un aforismo del hampa (aguileño) es matar a un dormido (difunto) si se le ha olido la bolsa. Volvamos todos (de Dios hacia abajo) a la negra cuyo perfume es como la resina aromática del estoraque del Congo; a la que platearon el calzado sin taco (pantuflo) a cuatro monedas de a ocho reales (el precio de la negra para llevar mensajes). Anduvo llevando órdenes de pago (libramientos) como la avispa que los niños le ponían un papel en el aguijón para que le llevara una carta al rey. Respondía a los pensamientos mudos de los amantes más rápido que gira un torno. El destino es un verdugo.

Líneas 169-280: Un día, Tisbe subió al desván a secar sus lágrimas en la cuerda de un columpio, y descubrió una grieta (rima), más clara que las rimas de cierto poeta (él mismo). La noche anterior había soñado con su fortuna adversa; pero bien lo dice su aya, los sueños merecen un incrédulo repulgo (inquietud de conciencia, rechazo). Sin embargo, se pregunta por qué lo que ha soñado (he visto a ojos cerrados) lo presume más auténtico que los favores que descubre (la grieta). La grieta ha surgido de improviso, no ha surgido con el paso del tiempo (de los años diuturno), sino por Amor, el dios-niño. La inteligencia (el estudio) supera a la fuerza. Pero la grieta taladrada es pequeña, Ulises (el astuto) la habría hecho grande (dilatada). Entonces el Amor no es ciego dada la vista que les dispensa, el abuso (el mal uso de la costumbre) le ata una ociosa venda. En esto, llega la morena con un calzado número 10 (grande), y al ver la grieta deduce que se han extinguido sus poderes absolutos; Tisbe le ordena que se lo cuente a la otra parte. Píramo miró el muro de la casa de Tisbe, cuidada por los substitutos de su suegra cual Argos (que dormía con 50 ojos abiertos); y rompió las telarañas (telares de la émula de Palas -que convirtió a Aracne en araña-). La grieta es como un barco que permite comunicarse (vistas) a los amantes (vistas también son los primeros encuentros de las parejas); y tiene la forma de un barco (de vistas angosto). Hay también una alusión al dicho latino "ad augusta per angusta" (a lo más sublime se llega por caminos penosos). Poco espacio me concedes, por algo se empieza, a Palinuro, piloto de Eneas, el primer breve surco en el océano le dejó ver mucho mar. Si los dioses fueran remuneradores justos; entre la nave Argos, que conquistó o robó el vellocino de oro, y la grieta que pisa inmóvil la pared, como un bajel en un mar Mediterráneo seco, con los suspiros de Tíobe; los dioses le deberían dar un trozo de la bóveda celeste (coluros). Píramo y Tisbe se encuentran de noche en la pared, por eso eran lirones (dormían) de día y eran lechuzos de noche. ¡Cuántas veces impaciente Píramo metió el brazo, y lo atentado (o lo tanteado) lo revocaron por nulo! La grieta era como un pozo y los amantes los cubos de la noria, es pequeña para que se puedan besar. Píramo jugó las armas de Marco Tulio Cicerón (la retórica) y logró convencer a Tisbe para que accediera a verse con él en secreto, que no hay áspid vigilante a los poderosos conjuros de la oratoria. La boba se dispuso a seguirle. ¡Trágica resolución, digna de un drama (coturno) mayor!

Líneas 281-324: Era exactamente (por filo) medianoche (así empezaba el Romance del conde Claros), hora en que la Luna (el farol nocturno, Diana), reventando de casta, escandalizada al ver a Tisbe saliendo a escondidas para verse con su amante, destacaba en la noche con la cara excepcionalmente brillante (campaba) por el enojo (sañudo). Tisbe realiza varios pasos de mala suerte: tropieza al salir de casa, empieza con el pie izquierdo, los perros aullaron y se lamentaron (endechada). Dejó la ciudad de Nino (fundador de Babilonia), y, al salir, funesto búho se posó en un aceituno cual alcándara (soporte para las aves de cetrería). Tisbe se dirigió a una fuente, a pesar de que era abril, el margen estaba mustio y enronqueció su murmullo (otros dos mal agüeros). Otro mal augurio: un olmo, viejo verde, que en jóvenes hojas disimula años adultos, y abraza su joven vid florida, es alcanzado por un rayo que llega sin relámpagos ni truenos (sin escuderos o de luz o de tumulto): desvaneció su esplendor y descompuso el lecho conyugal que sugerían él y la vid. Hizo ceniza suficiente para preparar cien lejías. ¡Oh cielo injusto! Si tremendo en el castigo, portentoso en el indulto; pues no ha dañado a las plantas convecinas con el rápido ataque (el acelerado incurso).  La Luna (Cintia) se ajustó un gorro (el papahigo) de nubes grises (temores velloríes), nublos (nubes que amenazan tormenta). Tisbe, entre pavores tantos, solicitando refugios, trató de ocultarse en una ruina.

Líneas 325-364: Tisbe quería ejecutar su plan de refugiarse en las ruinas que había visto, cuando un león (un triunfo -trabajo- cleóneo -pues el león atemorizaba a los habitantes de Cleone- de Hércules, egipcio o tebano -según las leyendas le atribuían diferente nacionalidad a sus padres-) salió de la selva babeando sangre; pues se había cebado a una oveja (de lana fina, merina) o a un carnero (de lana burda); y al beber de la fuente hizo el cristal líquido impuro. Temerosa de la fiera aún más que del rayo (del estornudo de Júpiter), puesto que el sobresalto fue muy fuerte (machucho), Tisbe huye, perdiendo su manto en la fuga. ¡Fatal descuido, que protonecio (primero entre los necios) hará al señor Piramiburro! Se acoge en las aberturas de una muralla (portillos) de un antiguo reducto, en otro tiempo noble edificio ahora un huerto (jurisdicción de Vertumno, dios etrusco de los huertos y frutales). Una alondra no se hubiera escondido mejor al menor indicio de un esmerjón (un ave rapaz), como Tisbe (la triste) se escondió tras el tronco de un saúco. El manto de Tisbe quedó manchado y destrozado y penetró en el bosque sin cultivar. En esto llegó el tardón, que la ronda (que hacen los ciudadanos en la noche) lo detuvo tratando de quitarle su espada. Llegó a la fuente, al término establecido para la cita, pisando cenizas del olmo (la lastimosa representación -trasumpto- de sus bodas); y al no hallar a la moza, la llama en voz baja (ronco) y tartamudeando, traga saliva (se enjuagó con sus palabras) y calcula el tiempo (regulador de minutos) que ha tardado en llegar.

Líneas 365-436: Luego, llama a voces a Tisbe (de su alma la mitad), mas sin fruto, que socarrón se las niega el eco más campanudo (esperando escuchar a Tisbe como eco de Píramo). Examina los troncos huecos, mas no le ofrece ninguno el panal que solicita (Tisbe). La Luna, a petición de Saturno, el destino, se quita el gorro para que Píramo pueda leer los testimonios (testigos) que el hado ha mandado publicar. Nota las huellas del coronado espanto (abrenuncio, renuncia al diablo), que ruge a lo lejos y que después le asustará (tocó a vísperas de susto). Ve la saliva del león (Leo es el signo rugiente ostentación de julio). Reconoce el velo de Tisbe (su retablo, la imagen que adora), sus pedazos dispersos, lo que el autor juzga un gran problema (un retablo de duelos). Píramo se queda de piedra, como esculpido por Lisipo (lo esculpto parece estar vivo). Píramo no deja de pensar (repetir) en los indicios falsos de la muerte de Tisbe; no puede luchar contra su destino, que lo ha inducido al engaño. Se imagina que por el monte espeso (arcabuco) y áspero (fragoso) están esparcidos los bellos miembros de Tisbe. No le interesa lo que piensen los críticos al culteranismo, éstos son divinos y de marfil. El escultor Praxíteles tendría que haberse dado prisa (fatigar) si hubiera querido copiar con estuco (como los moldes del rostro de los difuntos) el del joven antes de que volviera en sí. En esto, la Parca, con las manos en la rueca y en el huso, y con los ojos en el tiempo de vida establecido para Píramo (el estatuto vital), hizo sonar la inexorable tijera: el joven desnudó el acero que Vulcano templó y no se asó la mano como Mucio (que al ser atrapado por querer matar a Porsena se castigó por equivocarse de víctima), sino que se atravesó como un asador del pecho a las espaldas. Píramo es tan tonto como las veces que en los siglos futuros se darán vueltas a su yerro. Desgraciado todo el que se ha preocupado por este suicida (todo el que ha puesto una renta vitalicia sobre tu cabeza, por insignificante -un cuerno- que fuera). También sería desgraciado quien le saque los cuernos.

Líneas 365-448: Tisbe (la aurora) salió con el ceño (zuño) fruncido, y escuchó el gran (el real de a ocho era la mayor moneda de la época) gemido de Príamo, lo que la llevó ansiosa (desalada); cual avecilla engañada por un señuelo (cautivo contrapunto, un ave enjaulada que canta), a implicarse en una red (la hermana del engrudo); a donde el desventurado (cuitado) en sus últimos momentos (en su turno postrimero, en su última vuelta de asador) que desperdiciaba por una herida grande como un embudo la sangre que recibió. Tisbe puso la cabeza de Píramo en su regazo, sintió el pájaro de Cátulo, y lo besó endulzando sus dolores (confitándole disgustos) hasta que expiró. Sin llorar, con un semblante seco (enjuto) y sereno, que podría acatarrar a un centurión con casco y todo, disparó un ¡ay! de lo más hondo de su alma (hizo su alma trabuco de un ¡ay!); y se caló en la espada, que esta vez sí le cupo.

Líneas 449-480: El hierro fue cruel y pródigo, porque desató un largo flujo de rubíes de Ceilán (la sangre) sobre esmeraldas de Muso -en Colombia- (la hierba). La muerte quedó hermosa en los dos lirios que murieron por amor (amatuntos, Amatunta es una ciudad que tiene un templo dedicado a Venus), que se helaron (fueron salpicados por hielo dulce) y fueron teñidos por una palidez (palor) venusta (de Venus, hermosa). Los lloró el Éufrates, el Danubio y el Araxes (que cruza el reino de los partos y el de los turcos, famosos arqueros). También el Ganges moreno (loro) y el Tajo rubio (porque trae oro) con su llanto lavaron el carro del Sol (el Bucentoro diurno, una lujosa galera utilizada por el dux de Venecia en una ceremonia) uno por el este y el otro por el oeste.

Líneas 481-480: El blanco moral al beber la sangre adquirió su color granate. Sus padres vestían luto, con más colas que cometas y más pendientes que pulpos; y emplearon mármol vetado (jaspes de más colores que un disimulo camaleónico, áulico, de la corte), en su huesa, que el sirio llama sepulcro (que era un cultismo). Es una tradición si no confundo los tiempos (me atengo al historiador que sea más preciso) que un devoto antecesor del engreído (desvanecido) Nabucodonosor (que pació el campo medio hombre, medio fiera, y todo mulo, por castigo de dios por siete años) dejó inclusos en una urna adecuada las cenizas (los nobles polvos) que el cinamomo y el calambuco absolvieron de ser huesos. Y en letras de oro escribió un epitafio: "Aquí yacen individuamente juntos, a pesar de morir por amor, dos; y a pesar de la aritmética, uno."

8.a

La novela picaresca Historia de la vida del buscón llamado don Pablos, ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños (1626) del poeta y político madrileño Francisco de Quevedo (1580-1645) es un retrato satírico de la España del siglo XVII. Las copias manuscritas y anónimas de los textos críticos y sarcásticos de Quevedo enriquecieron a los impresores. Era miope y cojo de nacimiento. En 1632 es nombrado secretario real. Estuvo cuatro años encarcelado (1639-1643) acusado de espía de Francia, la verdadera razón era la venganza del conde de Olivares contra quien Quevedo había escrito un memorial satírico. Enfermo de tuberculosis falleció dos años después.

8.b

Leí 01 biocomic sobre Quevedo:

a) Alva & Cardona (México 1959) Vidas ilustres 38 Quevedo.  El príncipe de los ingenios

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9.

El diablo cojuelo (1641) del poeta y dramaturgo sevillano Luis Vélez (1579-1644) es una sátira de estilo conceptista; estilo conciso e ingenioso con un lenguaje figurado que busca la palabra justa y utiliza juegos de palabras, asociaciones, parónimos, elipsis, etc. para suscitar la aprobación de un auditorio exigente o culto. El conceptismo juega con el lenguaje pero no con la sintaxis. Ramón Menéndez Pidal señala sobre el conceptismo:

Lo que principalmente buscaba el conceptista al escribir era hacer gala de agudeza y de ingenio; por eso muestra gusto especial por las metáforas forzadas, asociaciones anormales de ideas, transiciones bruscas, y gusto por los contrastes violentos en que se funda todo humorismo, que humoristas son los grandes escritores de este siglo, Quevedo y Gracián. En estos autores geniales el conceptismo aparece lleno de profundidad, la frase encierra más ideas que palabras (al revés del culteranismo, que prodiga más las palabras que las ideas); pero en los autores de orden inferior de este siglo la agudeza suele estribar únicamente en lo rebuscado del pensamiento, en equívocos triviales y en estrambóticas comparaciones. (Antología de prosistas castellanos. Madrid, 1992 :229).

Cleofás, un estudiante que huye de la justicia, entra en una buhardilla de un astrólogo y allí libera a un diablo encerrado en una redoma (el diablo cojuelo es un diablo cojo, un espíritu travieso invocado en los conjuros y oraciones de brujas). Éste, agradecimiento, levanta los tejados de Madrid y le enseña todas las miserias, trapacerías y engaños de sus habitantes.

Me gustaría releer este libro con comentarios de algún especialista que iluminen el texto.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/ba/Cojuelo-mak.jpg/300px-Cojuelo-mak.jpg

10.

El Cancionero y romancero español (1969), del filólogo español Dámaso Alonso, es una antología que recopila canciones populares de autores anónimos y conocidos, y romances de autores anónimos, de los siglos XV al XVII. La primera parte presta especial atención a las jarchas, composiciones mozárabes breves de la mujer al amor ausente. La tercera parte está dedicada a los romances, historias cantadas de reyes, villanos, batallas, leyendas, etc.

11.

La crónica de viajes El lazarillo de ciegos caminantes desde Buenos Aires hasta Lima (1775) del administrador del real correo en el virreinato del Perú Concolorcorvo (Alonso Carrió de la Vandera) (1715-1783), narra el viaje de casi mil leguas en mula desde Montevideo hasta Lima, pasando por Argentina y Bolivia, de La Vandera y su lazarillo, Concolorcorvo; aporta información al viajero y al arriero, y da consejos prácticos para quien recorría los caminos del virreinato peruano. De manera amena, señala datos estadísticos, socioculturales, económicos, geográficos, etc. de las localidades visitadas.

https://pictures.abebooks.com/inventory/md/md30294247042.jpg

12.

Descarguen desde aquí algunos de estos libros que terminé de leer este fin de semana, compartan los enlaces en sus redes, y podemos conversar a partir de su lectura:

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/libro-de-los-enganos--0/html/

https://docer.com.ar/doc/e51se5

https://docer.com.ar/doc/csvc0vc

https://onemorelibrary.com/index.php/es/?option=com_djclassifieds&format=raw&view=download&task=download&fid=143

https://es.wikisource.org/wiki/La_segunda_parte_de_Lazarillo_de_Tormes

http://www.ataun.eus/bibliotecagratuita/Cl%C3%A1sicos%20en%20Espa%C3%B1ol/An%C3%B3nimo/La%20segunda%20parte%20de%20Lazarillo%20de%20Tormes%20y%20de%20sus%20fortunas%20y%20adversidades.pdf

https://www.vicentellop.com/TEXTOS/gongora/polifemo.pdf

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/ObrasClasicas/_docs/Soledades.pdf

https://www.elejandria.com/libro/soledades/luis-de-gongora/1313

https://drive.google.com/file/d/158ta1W2DiHNTmp-xWjS5l4KszlFhJn4R/view

https://guao.org/sites/default/files/biblioteca/Historia%20de%20la%20vida%20del%20Busc%C3%B3n.pdf

https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-diablo-cojuelo--0/html/fee8f6b6-82b1-11df-acc7-002185ce6064.html

http://www2.uadec.mx/pub/pdf/diablo.pdf

https://pdfcoffee.com/qdownload/carrio-de-la-vandera-el-lazarillo-de-ciegos-cam-in-antes-pdf-free.html

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d1/El_lazarillo_de_los_ciegos_caminantes_y_Gu%C3%ADa_de_forasteros_del_virreinato_de_B._Aires.pdf

Estamos en contacto, que se procuren amor y salud,

Miguel-Humberto Fuentes Huerta

mhfuentes@pucp.edu.pe

(511) 993 970 550

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